martes, diciembre 30

Definiciones- primer acercamiento

-> Idea: Imagen mental de una cosa que cada individuo crea en su mente, es por lo tanto subjetiva y no coincidirá con la realidad o con las de los demás.

->Concepto: Construcción activa en la mente de una definición, que parte de las ideas y que aspira a ser universal, es decir, que valga para que todo el mundo sepa a qué no referimos cuando hablamos de algo.

->Proceso: Desarrollo necesario para desde un punto de partida llegar con éxito a un punto final establecido previamente.

->Arte: Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de l a materia, la imagen o el sonido, imita o expresa el ser humano lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando. [R.A.E.]

->Creación: Acción de originar, producir algo. Combinar de forma nueva lo ue ya existía, manejando la información que poseemos para innovar.

martes, diciembre 23

Mi cuadro


Imagen elegida al principio de curso

sábado, noviembre 22

El último día de clase no pude asistir, por problemas de trastornos del sueño que tengo desde muy pequeña, llevaba varios días durmiendo mal y muy poco; Más tarde me enteré de que fuisteis muy pocos en clase ese día, lo siento, además supongo que para el debate cuantas más opiniones mejor...
Se que no puedo pretender que sea una excusa, pero al menos es una explicación...

La deshumanización del arte

Resumen del ensayo “La deshumanización del arte”, de José Ortega y Gasset

Ortega pretende analizar el cambio de la estética que se viene dando en su tiempo, parte de la idea que comenzó Guyau de analizar el arte desde un punto de vista social, porque le parece que de la sociedad deriva la característica que define el arte nuevo: la impopularidad; Sea pintura, escultura, música, literatura… Los artistas contemporáneos parecen ponerse de acuerdo y encauzan sus creaciones hacia unas mismas ideas, que en general son impopulares, excepto para una minoría. Lo que no solamente significa que no sean populares.

Los individuos que se encuentran en esta sociedad pueden clasificarse en dos grupos partiendo de su relación con el nuevo arte: los que lo entienden y los que no; Este entendimiento viene de un cierto don o sensibilidad especial que no todos poseen.

Es inevitable tener en cuenta el contexto social de la época, y más cuando se está analizando el tema desde un punto de vista sociológico, así que hay que aclarar que en el pasado inmediato se daba un arte enfocado hacia el hombre, el romanticismo. Al ser todos seres humanos, se centraba en lo unitario de la especie, y le daba la mayor de las importancias, puesto que es lo que nos caracteriza como humanos: todos somos capaces de sentir; un antropocentrismo en el que el criterio para diferenciar aquello que ‘gusta o no gusta’ es el grado de empatía que la persona siente con la obra, es decir, en qué modo se identifica sentimentalmente con un poema o una canción; Está claro que al participar de la obra el espectador se siente útil e integrado, de ahí partían los criterios para considerar una obra, de en qué medida la situación imaginaria que se planteaba podía parecerse a la vida cotidiana, fueran personajes fantásticos o reales, lo importante era el drama humano siempre como telón de fondo; y todas eran calificables puesto que todas eran entendibles, el espectador de un teatro podía sentir empatía con los personajes y por lo tanto, emocionarse con ellos. Esto explica que el arte haya sido tan popular en el siglo XIX. La poesía ha sido el ejemplo de esto con diferencia, el poeta se extirpaba un pedacito de sí mismo en cada verso, subrayando lo profundo e intenso de sus emociones, conmoviendo más tarde al lector que sentía su alma en conexión con la de este a través de la situación de dolor, amor, melancolía…de situaciones vividas anteriormente; esto es, un acercamiento por experiencias comunes y la reacción humana ante estas.

Ahora bien, con la llegada del nuevo arte cambia la forma de comunicar, se empiezan a plantear nuevas formas de enfocar el arte, y se procura olvidar el aspecto humano de las obras para centrarse en lo puramente artístico, lo irreal. Sólo algunos elegidos que sobresalen entre la masa son capaces de conectar con esa manera especial y nueva de ver las cosas, puesto que supone algo diferente al pensamiento que parece natural en el momento; Por lo tanto la mayoría se siente incapaz y frustrada frente a algo que no alcanza a comprender; quiere disfrutarlo y no puede, le parece humillante y sobretodo injusto. Porque obviamente que existan algunos diferentes significa que no todos somos iguales, que hay que aceptar las limitaciones de cada uno, sin entrar en juicio de qué será mejor o peor, y que siempre habrá cosas que nos resulten inexplicables, pero ante ello no podemos hacer nada, no somos superhombres, solamente hombres.

Retomando la idea anterior, el nuevo arte pretende averiguar y mostrar qué es el arte, puesto que el anterior le parece tan anclado y ‘contaminado’ por ingredientes humanos que no queda ni rastro de este; Para conseguirlo un artista joven debe eliminar esta parte humana y quedarse con los elementos estéticos; Es inevitable que solamente aquellos que conciben el arte de esta forma, independiente del ser humano, puedan entenderlo y por tanto disfrutarlo. Si llamamos a los que poseen esta nueva sensibilidad artistas, de aquí que Ortega y Gasset extraiga la conclusión de que “El arte nuevo es un arte artístico”1


Se han ido sucediendo diferentes formas o corrientes artísticas que intentan dar solución a este problema del arte, cada una a su manera, pero no son los distintos tipos de afrontar la situación lo que nos interesa, sino todo lo contrario; Ortega pretende analizar en qué se parecen estas vanguardias, qué principios tiene en común este pensamiento artístico que recorre las mentes jóvenes y que los lleva a romper con lo anterior. La característica común es la tendencia a purificar el arte, por tanto a deshumanizarlo.

Si hasta ese momento el arte había consistido en representar la realidad con cierta fidelidad (no tenía por qué ser a la perfección, veánse los impresionistas por ejemplo en los que los elementos humanos son claramente reconocibles aún), se valoraba la destreza del artista a la hora de entusiasmarnos; En la nueva obra se pretende todo lo contrario, se lucha contra la idea real y pretende hacernos disfrutar de ello a través de un sentimiento no rutinario, sino diferente. Más que por lo que produce, se identifica por lo que no produce, contra lo que va; Su objetivo no es tanto hacer como deshacer lo hecho hasta ahora.

Muchos pensarían que es fácil conseguir esto y lo tacharían de simpleza, sin embargo no es como parece, lograr dar sentido a algo sin usar como recurso nada de lo natural tiene mucho mérito. Las obras que se venían haciendo hasta ahora nos mostraban realidad vivida, por eso gustaban, y el medio artístico era sólo una forma de adornarla y dignificar esos sentimientos, darles importancia o grandeza; El arte joven no acepta que esto siga así, quiere darle la vuelta y hacer que el medio artístico sea lo que más se valore, porque piensa que este y no otro es el arte en sí; Y que una tradición sea una tradición no significa que sea incuestionable o inamovible.

Los nuevos artistas se han dado cuenta de que era necesaria una limpieza general en las artes, imponer un nuevo orden, o mejor dicho recuperar el orden correcto que este poseía antes de su tremenda humanización. Comenzaron a hacerlo en todos los aspectos del arte, desde la música con Debussy a la poesía con Mallarmé, la pintura, la escultura… Para lograrlo usaron una serie de herramientas que ya existían pero no se habían puesto en práctica de esa forma, estas son (nombradas igual que Ortega y Gasset):




- La metáfora:

La metáfora es una capacidad que poseen los seres humanos, mediante la cual crean conexiones entre dos cosas totalmente ajenas la una a la otra, pero que poseen alguna característica común según el que la emplea; Es una unión de conceptos que sirve para expresar algo sin tener que nombrarlo, como una mímica que sustituye la acción original. Una explicación de su existencia se encuentra en la antropología, los tabúes que se creaban en las tribus primitivas, algo tomaba tanta importancia que por respeto o miedo no se nombraba, por lo tanto para hablar de ello era necesario buscar otra manera de expresarlo, aquí nace la metáfora. Con el tiempo se ha aprendido a usarla con otros fines, en el artístico se aplicaba sobretodo para adornar lo real, hacerlo atractivo. Ahora se pretende dar a la metáfora importancia como tal, sin que tenga más peso la realidad que la forma de transmitirla.

-Supra e Infrarrealismo:

Con este utensilio se trata de reorganizar el orden interno que todos poseemos, que consideraríamos innato en todos los seres humanos. Invierte la jerarquía de las cosas, otorgándole mayor importancia a lo que normalmente no se la daríamos y viceversa; Aplicándoles a estos pequeños detalles la misma técnica con la que antes se ensalzaban los grandes valores.

-La vuelta del revés:

Según Ortega y Gasset “…pensar es el afán de captar mediante ideas la realidad; el movimiento espontáneo de la mente va de los conceptos al mundo…”2 con esto quiere decir que cuando pensamos, lo hacemos mediante ideas o imágenes que nos hemos creado en la mente, estas ideas van enlazándose con otras y creando nuevos pensamientos; Cuando pretendemos pensar en la realidad, inconscientemente aceptamos la idea que tenemos de ella como real, aunque nunca coincidirá de forma exacta. Esto aplicado al arte se traduce en lo que hacía el del s.XIX, mostraba irrealidades pretendiendo que se consideraran realidades, si en una pintura se quiere mostrar un pájaro se representará lo más parecido a cualquiera que podamos encontrar en la naturaleza;



El nuevo arte le da la vuelta y trata a las ideas como tales: imaginarias, fantásticas, le parece la única forma de convivir con ellas puesto que su medio es irreal, no podría obligarlas a ser otra cosa, no es su esencia ni su medio; Pretendiendo ser reales sólo protagonizan una farsa, lo que parece al artista joven una falta de respeto con ellas.

Una corriente moderna no pretenderá pintar un pájaro, sino la idea de pájaro; Es más, no se le ocurrirá sugerir que su pintura se observe intentando vislumbrar un ave, sino intentando ver la idea de pájaro. Su problema con la mayoría de la gente es este, que todos esperan y quieren ver el pájaro que ven cada día, y no saben adaptar su mirada hacia algo más allá.

Un claro ejemplo de esta reflexión sobre la irrealidad de las ideas lo tenemos en René Magritte y su obra La traición de las imágenes, cuando en su cuadro: “Esto no es una pipa” del año 1928 presenta una imagen de una pipa como cualquiera lo habría hecho, contradiciéndolo con el mensaje escrito debajo: Ceci n’est pas une pipe (esto no es una pipa), jugando con la idea de que aún representando la realidad ésta no debe tomarse por real, sino tan solo por idea en sí misma. Y la afirmación es cierta.

-Influencia negativa del pasado:

Las tendencias del arte han ido siguiendo una evolución más o menos en la misma línea, cada nuevo arte pretende mejorar el que le precede, bebiendo del anterior e innovando algunos aspectos, pero en esencia la tradición se venía manteniendo porque partía de una idea común. Según la época, los artistas eran educados siguiendo las diferentes corrientes, aunque cada uno al principio tenemos nuestra propia idea de arte, es inevitable contagiarse de lo que nos rodea, y poco a poco cambia nuestro gusto adaptándose en parte a la tendencia que nos toque vivir. Así se ha continuado la tradición hasta que parecen haberse agotado los recursos, y parece inútil seguir con estos conceptos antiguos, surgen cuestiones que plantean porqués y comos, que dudan ante lo que se supone deben hacer y lo que creen que deben hacer, y se quedan con la segunda opción dando lugar a algo nuevo, que suele ser no sólo diferente sino contrario

a lo anterior. Se da una rebelión contra el arte hasta entonces vigente, una lucha no pacífica sino destructora y agresiva, que no dudará en burlarse del arte pasado.

-Anti patetismo e intrascendencia del arte:

El arte hasta entonces hecho, al continuar una larga tradición, se había ido cargando progresivamente de importancia o trascendencia, ponía precisamente su importancia en el hecho de que representaba los valores de la vida humana, y por tanto debía mostrarse serio y con una gran dignidad; El acercamiento a este debía ser también tomado muy en serio y con responsabilidad por parte del público.

Con la operación de deshumanizar la inspiración se vuelve cómica, no quiere decir esto que el contenido sea cómico, sino que toda la nueva línea de pensamiento está enfocado hacia ello; Es una burla del arte hacia el arte, no debemos tomarlo como algo personal, sino más bien como una broma de las ideas hacia las ideas mismas. Y como dice Ortega: “…se va al arte porque se le reconoce como farsa. Esto es lo que perturba más la comprensión de las obras jóvenes por parte de las personas serias, de sensibilidad menos actual. Piensan que la nueva pintura y la música de los nuevos es pura ‘farsa’ y no admiten la posibilidad de que alguien vea justamente en la farsa la misión radical del arte y su benéfico menester…”3 No es posible comprender el arte nuevo desde la posición del arte antiguo, hace falta ese cambio de actitud hacia todo en general, de lo contrario estaríamos haciendo esfuerzos en vano como si a alguien se le ordenase buscar un objeto que nunca ha visto, le sería imposible encontrarlo aunque lo tuviera delante. No podemos aplicar los criterios del arte que hasta ahora se aceptaban como válidos porque la situación ha cambiado desde la raíz, y sólo queda intentar comprenderlo, ya que para el arte joven la posibilidad de adaptarse o siquiera asemejarse a lo antiguo está totalmente fuera de lugar; Por lo tanto, no concibe que sus obras sean serias ni pretendan serlo, tiene claro que el arte es una farsa en sí en cuanto a que son irrealidades mostradas al mundo y las trata como tales, ficciones que reniegan de la realidad que vivimos normalmente. Se da en los jóvenes un extraño acercamiento al arte de amor y odio, pues lo aman en cuanto a que es una salida al camino del odio al arte anterior, nada queda a salvo, pues cualquier nueva burla puede ser burlada, y así sucesivamente.

Ante las grandes expectativas que se creaban de lo que se suponía debía ser arte, pues glorificaba la vida humana, servía de ejemplo, ensalzaba las virtudes del hombre… El nuevo arte se propone no esperar nada más del arte a parte de crear arte, no consiente que se le trate como a una herramienta social, debe ser libre de ataduras para volver a su esencia intrascendente, únicamente siendo arte porque sí. No es que los nuevos artistas no le den importancia a lo que hacen, sino al contrario, les interesa en cuanto a que su labor es intrascendente, ha cambiado el puesto en la jerarquía de cosas que tienen gran peso en la vida humana; No tienen por qué esperar grandes cosas de ella, sin presión ni expectativas por cumplir puede dedicarse a ser sólo lo que es y sentirse orgullosos por ello. Se han liberado de la responsabilidad social que poco a poco se le había impuesto al arte, y que era más una limitación a la hora de crear que una ayuda.



Conclusión

Ortega y Gasset finaliza dejando una puerta abierta, explicando que en su intento de analizar este nuevo arte, es muy posible que se le malinterprete porque se le crea defensor absoluto de las nuevas ideas, sin embargo sólo ha pretendido ponerse en el lugar de los artistas jóvenes y pensar de igual manera para comprenderlos, es decir, conectar con ellos para encontrar explicaciones. Es consciente de que creará polémica y de que su análisis puede no ser completo, ni el único o el correcto, pero tiene esperanza en que otros que vengan después puedan seguir con lo que ha empezado, o al menos investigar en esta línea de pensamiento.

A pesar de que a lo largo del ensayo cita obras y autores como ejemplo, en su opinión no se había creado aún ninguna que ilustrase del todo las ideas de esta nueva corriente artística, aunque tiene confianza en las nuevas generaciones de artistas y en que conseguirán su propósito.

Véase “José Ortega y Gasset. La deshumanización del arte y otros ensayos de estética”, José Ortega y Gasset; ED: Austral; 1ª Ed: Octubre 1987; Pág. 55

2 Véase “José Ortega y Gasset. La deshumanización del arte y otros ensayos de estética”, José Ortega y Gasset; ED: Austral; 1ª Ed: Octubre 1987; Pág. 78


3 Véase “José Ortega y Gasset. La deshumanización del arte y otros ensayos de estética”, José Ortega y Gasset; ED: Austral; 1ª Ed: Octubre 1987; Pág. 86

jueves, noviembre 13

On


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